Desde hoy y, si puede ser una vez a la semana, me gustaría compartir unas historias de una reconocido y prestigioso Psicoterapeuta y escritor, del que me encantan todos sus libros, JORGE BUCAY . Me encantó uno titulado "Déjame que te cuente" En el libro va contando diversos cuentos que te hacen reflexionar y que de alguna manera, te enseñan a vivir. Yo recomiendo el libro, no obstante voy a escribir estas sencillas historias y voy a empezar por la siguiente:
¿Quién no ha dicho alguna vez -No puedo, ¡No puedo! . No puedo y nunca podré. Jorge Bucay dice que la única manera de saber si puedes conseguir algo es intentarlo de nuevo poniendo en ello todo tu corazon...¡Todo tu corazón!
La historia comienza así:
Nº 1: EL ELEFANTE ENCADENADO
Cuando yo era pequeño me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de los circos eran los animales. Me llamaba especialmente la atención el elefante que, como más tarde supe, era también el animal preferido por otros niños. Durante la función, la enorme bestia hacía gala de su peso, un tamaño y una fuerza descomunales...Pero después de su actuación y hasta poco antes de volver al escenario, el elefante siempre permanecía atado a una pequeña estaca clavada en el suelo con una cadena que aprisionaba una de sus patas.
Sin embargo, la estaca era sólo un minúsculo pedazo de madera, apenas enterrado unos centímetros en el suelo. Y, aunque la cadena era gruesa y poderosa, me parecía obvio que un animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su fuerza, podría liberarse con facilidad de la estaca y huir.
El misterio sigue pareciéndome evidente. ¿Qué lo sujeta entonces? ¿ Por qué no huye?.
Cuando tenía cinco o séis años, yo todavía confiaba en la sabiduría de los mayores. Pregunté entonces a un maestro, un padre, un tío por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado. Hice entonces la pregunta obvia "Si está amaestrado, ¿por qué lo encadenan?
No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente. Con el tiempo, olvidé el misterio del elefante y la estaca, y sólo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho esa pregunta alguna vez. Hace algunos años, descubrí que, por suerte para mí, alguien había sido lo suficientemente sabio como para encontrar la respuesta:
El elefante del circo no se escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era muy, muy pequeño.
Cerré los ojos e imaginé al indefenso elefante recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro de que, en aquel momento, el elefantito empujó, tiró,y sudó tratando de soltarse. Y, a pesar de sus esfuerzos, no lo consiguió, porque aquella estaca era demasiado dura para él.
Imaginé que se dormía agotado y que al día siguiente lo volvía a intentar, y al otro, y al otro....Hasta que, un día, un día terrible para su historia, el animal acepó su impotencia y se resignó a su destino.
Ese elefante enorme y poderoso que vemos en el circo no escapa porque, pobre, cree que no puede. Tiene grabado el recuerdo de la impotencia que sintió poco después de nacer y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese recuerdo.
Jamás, jamás intentó volver a poner a prueba su fuerza.....
Como dice Bucay a veces vamos por el mundo atados a cientos de estacas que nos restan libertad. Vivimos pensando que "no podemos" hacer montones de cosas, simplemente porque una vez, hace tiempo, cuando éramos pequeños, lo intentamos y no lo conseguimos.
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